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Rogério Melo da Silva, de 43 años, es evangélico y se casó con Vânia Rosa, una satanista de 60 años. Ambos viven en Itajaí, Santa Catarina, Brasil. Ella lidera un grupo umbanda en el barrio de Murta, pero la ceremonia de unión tuvo lugar el jueves 27 de octubre y se llevó a cabo en el salón parroquial de la capilla católica de Murta.




El novio confiesa que tenía un preconcepto. “Cuando la conocí, y puse mis ojos en ella por primera vez, me dijeron que ella era una hechicera umbanda y me asusté”, recuerda. Ella dijo que sabía de las diferencias, pero ahora la situación le causa gracia. “El quedó con miedo, pensaba que salir con una hechicera umbanda era muy peligroso”, recuerda.
A pesar de todo, dijo que las diferencias religiosas no complican la relación: “Tenemos varias cosas en común. Pero una cosa en que ambos concordamos, por causa de la religión de el y de la mía, no tenemos conflicto”.
Rogerio afirmó que no cambió de opinión “Yo soy nacido y criado en una iglesia evangelica, mi padre era creyente de las Asambleas de Dios. Mi vida evangélica continúa siendo activa”, explica. Contó que su relación no es aprobada por la Comunidad Cristiana de Nueva Brasilia, donde es miembro.




“En realidad, en la iglesia están en contra de esta relación. Si yo la llevara a ella a la iglesia estarían de acuerdo, pero aceptarla siendo hechicera no están de acuerdo. Fue un tiempo complicado”, recordó.
Tanto es así que en la ceremonia de casamiento los únicos evangélicos presentes eran los parientes del novio. El pastor Luiz Antonio, o Tony, responsable por la iglesia Comunidad Cristiana, resaltó que respeta las desiciones de ellos, pero teme que el casamiento no funcione justamente por dichas diferencias religiosas. “Un caso de estos lo defino como ‘yugo desigual’. Que un evangélico se case con una hechicera umbanda es algo contradictorio. Cada uno tiene su propio Dios y eso va a generar problemas entre ambos”, remarcó.
El pastor Tonyno aceptó realizar la ceremonia, explicando que cada iglesia tiene su propio estatuto y puede decidir si acepta o no los diferentes tipos de uniones conyugales. Aclaró además que solamente daría la “bendición” a una pareja donde cada uno siga una religión pero estuvieran casados bajo un registro civil. “Si no obedecemos a las leyes del hombre, cómo vamos a obedecer a las leyes de Dios?”, se preguntó.
No es este caso. Rogério y Vânia comenzaron su noviazgo hace cerca de un año. Terminaron yendo a vivir juntos cuatro meses después.