DESCUBREN UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE EL ADN DE LOS HUMANOS Y SIMIOS
Una reciente publicación secular demuestra que los humanos y los simios son genéticamente diferentes, pero no por las razones que los autores conjeturan, manifestó el ministerio apologético “Answers in Genesis”.
Un estudio secular de Richard Gray, "Los humanos perdieron ADN al evolucionar”, realizó un análisis genético humano variado, los autores trataron de poner las diferencias humanas genéticas en la supuesta evolución humana de los primates. A este fin, ellos buscaron pedazos de ADN en las secuencias del ADN chimpancé y orangután que eran compartidos entre los dos y que estaban ausentes en la secuencia ADN humana. Al hacerlo, los autores afirmaron que habían descubierto que los humanos habían perdido 40,7 millones de letras de ADN en el proceso de la evolución del ancestro común de los humanos y los grandes simios.
De una perspectiva bíblica, esta conclusión es obviamente incorrecta. La historia grabada en Génesis 1 deja claro que Dios sobrenaturalmente creó al ser humano a Su imagen (Génesis 1:26–28). Dios no creó a los humanos a imagen de un animal evolucionándolos lentamente de un ancestro común con los simios.
Lo que puede ser una sorpresa para muchos es que las conclusiones de los autores están también equivocadas científicamente. Datos genéticos demuestran una brecha mucho más grande entre los humanos y los simios.
Prácticamente, los humanos y los chimpancés son 11% diferentes, ésta es una brecha genética gigante. Once por ciento de tres mil millones es 330 millones. Por lo tanto, una respuesta más precisa para la similitud genética entre los humanos y los chimpancés es que 330 millones de letras de ADN nos separan de nuestros supuestos primos evolucionarios. Estas diferencias no se “perdieron” durante la evolución. ¡La mayoría de ellos probablemente han estado presentes desde la creación!
En resumen, la publicación demuestra que los humanos y los simios son genéticamente diferentes. Los humanos no “perdieron” 40,7 millones de bases de ADN en su descendencia de ancestros simiescos. Sabemos de las Escrituras que los humanos y los simios nunca compartieron un ancestro común, y la ciencia confirma eso. No son 41 millones de diferencias que nos separan de los primates. Son cientos de millones de diferencias genéticas, una diferencia que la evolución nunca podrá conectar.
Leer el estudio completo aquí.
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