martes, 22 de marzo de 2016

HEREJÍA: “Me habría encantado Acostarme con Jesús” asegura Sacerdote Católico

HEREJÍA: “Me habría encantado Acostarme con Jesús” asegura Sacerdote Católico

Hace unos días se publicó en un sitio web muy conocido secularmente una nota que realmente es indignante.
La misma se trata de una entrevista a un Sacerdote Católico que insinuó que Jesús era homosexual y expresó su deseo de haber tenido la posibilidad de acostarse con él .
Realmente es una nota completamente HERÉTICA e indignante desde todo punto de vista, sin embargo es necesario que todo el mundo sepa que la Iglesia Católica está avalando a estas personas que no tienen siquiera un poco de respeto por nuestro Salvador Jesucristo.
Aquí les dejamos la entrevista realizada por la revista VICE:
Sacerdote Robert Shore Goss
VICE: ¿Jesucristo era gay?
Bob Shore-Goss: Eso espero. Yo creo que sí. Me habría encantado acostarme con Jesús. Al menos era queer. Lo digo porque rompió las reglas de su cultura, de la heterosexualidad obligatoria. Alteró la masculinidad y los códigos de género en su cultura. Ser queer no significa solo tener una orientación sexual distinta, aunque puede darse, también. Hoy día, por ejemplo, San Pablo se consideraría un homosexual que no ha salido del armario, pero en esa época no existía la expresión.
¿Cómo era la homosexualidad en la época de Jesús?
No existía el concepto de orientación sexual, pero sí existía el concepto de género. Entonces, según la Biblia, era una abominación que un hombre durmiera con otro hombre como si fuera una mujer. Se incide en el hecho de que el hombre traiciona su estatus y se feminiza a sí mismo. No es una violación sexual, es una violación de género. El código de la masculinidad era muy fuerte en el mundo antiguo. Sin embargo, las relaciones homoeróticas también eran muy comunes en el mundo antiguo, en especial en el grecorromano.
¿Jesús tocó ese tema en algún momento?
De hecho, uno de los milagros de Jesús es haber curado a un niño, el siervo de un centurión. Está en el evangelio de Mateo y en el de Lucas. Mateo utiliza la palabra pais —que significa juventud y de donde se deriva la palabra pederastia— para describir a ese niño, que tenía una relación de concubinato con el centurión. Su relación era erótica. El centurión acude a Jesús y le pide que sane a su novio. Y cuando Jesús se disponía a obrar el milagro, el centurión dijo: “No soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanar a mi siervo”. Jesús se asombró por la fe del centurión, que recordemos que mantenía una relación homoerótica con el muchacho, y dijo: “¡Ni siquiera en Israel he hallado tanta fe!”.
Lo mejor de todo esto es que cada domingo, millones de católicos van a la iglesia y dicen “Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”. Repiten la frase homoerótica que pronunció un centurión que tenía una relación homosexual con un joven. Con el tiempo, los creyentes han depurado y olvidado esta clase de cosas. Pero la iglesia del siglo II entendía que esta era una relación homosexual y no era nada del otro mundo.
¿Qué pruebas hay en la Biblia sobre la homosexualidad de Jesús?
Hay pistas, pero es necesario leer entre líneas. Sobre todo en el evangelio de Juan, cuando menciona al “discípulo amado” de Jesús. Él y Jesús tienen una relación íntima, aunque todavía hay dudas acerca de la verdadera identidad del discípulo. De cualquier modo, el discípulo amado yacía sobre el pecho de Jesús en la última cena, supuestamente sobre su “túnica interior”, que es el equivalente a la ropa interior actual. Es un gesto muy íntimo y de gran afecto entre los dos.
Me imagino que Jesús amaba a todos sus discípulos porque les decía a todos que amaran a su prójimo. Por tanto, esta persona debió de ser muy importante para que la llamara “su amado”.
Sí. Jesús solo se refiere a otra persona como “amado”, y ese es Lázaro. En la década de los 60, Morton Smith, profesor de historia antigua, descubrió una carta donde se citan dos fragmentos de un evangelio apócrifo que se cree que data de finales del siglo I. Uno de los fragmentos describe a un joven desnudo que acude a Jesús al caer la tarde y pasa la noche con él para su “iniciación”. Por supuesto, este fragmento es muy polémico y existen dudas acerca de su autenticidad. Pero lo que aprendemos de esto es que había un tipo de relación homoerótica, una relación de amor.
Al parecer, como todo en la Biblia, cada uno puede sacar sus propias conclusiones, como que Jesús era gay. Porque, bueno, tiene un perfil queer, nunca se casó…
Este factor es muy importante. Jesús era un rabino, un maestro, y prácticamente todos los rabinos de esa época estaban casados. Pero no hay pruebas del matrimonio de Jesús. Y hay teorías muy interesantes, como que Jesús era bisexual y tenía una relación con María Magdalena y otra con su discípulo amado. Tal vez era intersexual o trans porque nació sin un padre y, por lo tanto, nació como mujer y tomó el fenotipo de hombre. Virginia Mollenkott, autora de Omnigender, presenta ese argumento en su libro. Es un argumento gracioso. Me refiero a que la gente le da mucha importancia a eso. Una vez, una alumna lesbiana me dijo “Jesús no era gay, era perfecto”. ¿Qué dice eso de cómo ve esa chica su propia sexualidad? La postura católica dice que Jesús es perfecto, por lo tanto, es bueno y correcto por naturaleza. Esa asunción implica que ser gay es malo y denota una personalidad trastornada. Hasta los evangélicos dicen que Jesús era perfecto y según ellos, para recibir la salvación es necesario ser heterosexual.
Sí, tu argumento tiene bases sólidas.
Incluso aunque Jesús no fuera gay, me imagino que sentía más afinidad con la minoría homosexual que con los cristianos heteronormativos que predicaban el odio.
Es curioso porque los fundamentalistas malinterpretan estas cosas y se ponen histéricos porque no entienden el contexto histórico. Hacen un mal uso de la información y malinterpretan su propia ideología. Y a menudo defienden su postura con tanta vehemencia porque su homofobia está muy interiorizada, lo cual, desde mi punto de vista, es un indicativo de que ellos mismos sienten atracción por el mismo sexo y sienten la necesidad de reprimir ese sentimiento en los demás. Jesús no era fundamentalista ni literalista. Hablaba con parábolas, metáforas e historias.
¿Jesús era activo o pasivo?
Versátil.
Fuente: VICE

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