lunes, 7 de septiembre de 2015

Crisis de refugiados sirios: las monarquías del Golfo miran para otro lado

Crisis de refugiados sirios: las monarquías del Golfo miran para otro lado
Mientras el mundo apunta a Europa, gobiernos como el de Arabia Saudí o Kuwait están despertando durísimas críticas de la gente

M ás de cuatro millones de sirios huyeron de la guerra pero las ricas monarquías petroleras del Golfo acogen a muy pocos, lo que suscita críticas y preguntas sobre la solidaridad árabe.
"Los países del Golfo deberían tener vergüenza cuando ven abrirse las puertas de Europa a los refugiados sirios mientras que ellos las cierran todas", se indigna Abu Mohamed, un sirio de 30 años refugiado en Jordania.
Desde que empezó la actual crisis migratoria se han multiplicado este tipo de comentarios en las redes sociales e incluso dentro de los países del Golfo algunos han criticado el silencio de las autoridades.
"Desgraciadamente, los países ricos del Golfo no han publicado ningún comunicado sobre la crisis y aún menos propuesto una estrategia para ayudar a los migrantes, en su mayoría musulmanes", lamentaba hace poco un artículo del diario catarí Gulf Times.
Los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, Arabia Saudita, Báhrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Catar) no se quedaron sin embargo de brazos cruzados desde el inicio de la guerra siria en 2011.
Gastaron miles de millones de dólares en ayuda humanitaria para mejorar las condiciones de vida de los cientos de miles de sirios que se agolpan en los campos instalados en los países vecinos (Líbano, Jordania, Turquía).
Pero cuando parte de los refugiados deciden abandonar esos campos para buscar un futuro mejor se orientan hacia los países occidentales, sobre todo europeos, a pesar de los riesgos del viaje.
Alemania es el destino preferido de muchos de ellos aunque los Estados del Golfo también son prósperos, más cercanos geográficamente y comparten más valores culturales y religiosos con su país de origen.
En lo que va de año, 365.000 migrantes y refugiados cruzaron el Mediterráneo y más de 2.700 murieron en sus aguas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Motivos de seguridad
Frente al silencio de las autoridades, un conocido bloguero emiratí, Sultan Al Qasemi, instó a las monarquías petroleras a lanzar una iniciativa "moral y responsable" para acoger a refugiados.
Pero pocos expertos prevén que cambien de actitud esos países, que no firmaron la Convención de la ONU sobre los refugiados.
"No creo que ningún dirigente haga como David Cameron, que cambió de postura en 36 horas", explica Michael Stephens, especialista de Oriente Medio en el instituto Rusi, en alusión a las informaciones que aseguran que el primer ministro británico estaría dispuesto a autorizar la acogida de 15.000 refugiados de Siria.
"La gran mayoría de los ciudadanos del Golfo consideran que lo que sus gobiernos hicieron en Siria es lo correcto", añade.
La crisis migratoria se produce en un momento en que los países del Golfo centran su atención en el conflicto de Yemen.
Las monarquías regionales, que se oponen al presidente sirio Bashar al Asad, apoyado por el Irán chiita, respaldaron con dinero y armas a los grupos rebeldes sunitas que combaten al régimen de Damasco.
En ese contexto, los gobiernos alegan motivos de seguridad para explicar su negativa a acoger a refugiados.
"Como los países del Golfo están implicado en los asuntos políticos de Siria, pueden estar preocupados por lo que podrían hacer quienes deseen viajar a sus países", explica Sultan Barakat, del Brookings Doha Center.
Arabia Saudita, acusada por Damasco de respaldar a organizaciones yihadistas en Siria, fue víctima de atentados del grupo Estado Islámico (EI) a principios de año.
Además, pequeños Estados, como los Emiratos y Catar donde la población autóctona es minoritaria, temen verse sumergidos por la llegada de unos refugiados que se sumarían a los millones de inmigrantes -en su mayoría del sureste asiático- que trabajan allí.
Para Sultan Barakat, las monarquías podrían hacer un gesto que ayudaría a los sirios y acabaría con las críticas: permitir la entrada de los refugiados que ya tienen a algún miembro de su familia en esos países.
Miles de sirios llevan años viviendo en los países del Golfo, adonde viajaron atraídos por las oportunidades de empleo, aunque la concesión de visados sigue estando muy controlada.

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